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COLAPSO TRAQUEAL EN PERROS

Causas y soluciones

El colapso traqueal es una enfermedad respiratoria frecuente en perros, sobre todo en razas pequeñas como Pomerania, Bichón, Chihuahua, Caniche, Yorkie y Shih Tzu. Consiste en el estrechamiento de la tráquea, impidiendo el paso normal del aire y generando dificultad respiratoria.

La tráquea es un tubo que lleva aire desde la laringe hasta los bronquios y los pulmones. Su estructura está diseñada para mantenerse abierta y rígida durante la respiración.

Estructura de la tráquea

Imagina la tráquea como un tubo flexible compuesto por:

  1. Anillos de cartílago con forma de “C”

    • Son estructuras semicirculares hechas de cartílago hialino.

    • Le dan soporte y evitan que el tubo se cierre cuando el perro inspira.

  2. Membrana dorsal

    • Es la parte “abierta” de la C, formada por músculo y tejido conectivo.

    • Se llama músculo traqueal dorsal y ayuda a ajustar el diámetro de la tráquea.

  3. Revestimiento interno

    • Una mucosa que produce secreciones y ayuda a filtrar partículas y patógenos.

En condiciones normales, estos componentes funcionan en conjunto para mantener la vía aérea firme y estable.

 

¿Por qué se colapsa la tráquea?

El colapso ocurre cuando los anillos traqueales pierden rigidez. En lugar de ser firmes como un tubo, se vuelven más blandos y planos.

La causa principal: debilitamiento del cartílago

Los anillos están hechos de cartílago hialino. En perros predispuestos:

  • El cartílago se degenera.

  • Pierde contenido de glicosaminoglicanos y condroitín sulfato, sustancias que le dan firmeza.

  • Como resultado, el anillo que debería tener forma de “C” se aplasta y se vuelve casi plano, como una “i”.

Esto genera que la tráquea se estreche parcial o totalmente cuando el perro respira.

Mecanismo del colapso

  • En el colapso cervical (parte del cuello), la tráquea se cierra más durante la inspiración.

  • En el colapso torácico (dentro del pecho), se cierra más durante la espiración.

Esto ocurre porque la presión del aire cambia en cada fase respiratoria, empujando la membrana dorsal hacia adentro cuando el cartílago ya no puede sostener la estructura.

 

Causas principales

  • Debilidad congénita del cartílago traqueal (muy común en razas miniatura).
  • Inflamación crónica de las vías respiratorias, por alergias, infecciones o irritantes ambientales.

  • Obesidad, que aumenta la presión sobre la vía aérea.

  • Tirón excesivo del collar, especialmente en perros que jalan mucho durante los paseos.

 

Síntomas más comunes

  • Tos seca y ronca, comúnmente descrita como “tos de ganso”.
  • Dificultad para respirar, especialmente después de ejercicio o excitación.
  • Episodios de jadeo o sonidos respiratorios anormales.
  • Intolerancia al ejercicio.
  • En casos avanzados: cianosis (lengua azulada) o episodios de desmayo.
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El colapso se clasifica normalmente en cuatro grados, basándose en la reducción del diámetro de la tráquea:

  1. Grado I – Leve

    • La tráquea se aplana menos del 25% de su diámetro normal.

    • Puede haber tos ocasional, especialmente con ejercicio o estrés, pero el perro generalmente respira bien en reposo.

  2. Grado II – Moderado

    • Aplastamiento del 25–50% del diámetro de la tráquea.

    • Tos más frecuente, respiración ruidosa y ligera dificultad al respirar.

    • Suele requerir tratamiento médico y cambios en estilo de vida.

  3. Grado III – Severo

    • Colapso del 50–75% del diámetro.

    • Dificultad respiratoria notable, tos intensa y episodios de “ahogo”.

    • Puede ser necesaria cirugía o colocación de stent traqueal para mejorar la respiración.

  4. Grado IV – Muy severo / completo

    • La tráquea colapsa más del 75%, llegando casi a cerrarse.

    • El perro tiene problemas respiratorios graves, incluso en reposo, y el riesgo de complicaciones es alto.

    • El tratamiento quirúrgico suele ser imprescindible, junto con cuidados médicos y monitoreo intensivo.

Perro sin colapso de tráquea
Perro con colapso. Obsérvese cómo el diámetro de la tráquea se estrecha en algunos puntos.

Diagnóstico

Detectar un colapso traqueal requiere evaluar tanto los síntomas del perro como confirmar la debilidad de la tráquea con estudios específicos de imagen.

Para confirmar el diagnóstico y determinar la gravedad, se suelen usar:

  • Radiografías de cuello y tórax: permiten ver la tráquea y detectar zonas colapsadas, aunque en algunos casos el colapso es intermitente y puede no aparecer.

  • Fluoroscopia (radiografía en movimiento): muestra cómo se comporta la tráquea durante la respiración, siendo más precisa para colapsos leves o dinámicos.

  • Endoscopia traqueal: el veterinario introduce un pequeño endoscopio por la boca para observar directamente la tráquea, evaluar la extensión del colapso y buscar inflamación o secreciones.

Algunos perros pueden tener bronquitis crónica, colapso bronquial o problemas cardíacos que empeoran los síntomas.
Se pueden realizar análisis de sangre, ecocardiograma o radiografías adicionales para descartar estas enfermedades y planificar el mejor tratamiento.

Opciones terapéuticas

El tratamiento médico es la primera elección en la mayoría de los perros, especialmente en colapsos grado I y II y muchos de grado III.

  • Antiinflamatorios corticosteroides (o alternativas)
    Reducen la inflamación de la mucosa traqueal, disminuyen la tos y el dolor. Su uso debe ser controlado para evitar efectos secundarios.

  • Broncodilatadores
    Ayudan a abrir las vías respiratorias más pequeñas (bronquios), aliviando la sensación de ahogo.

  • Antitusígenos
    Indispensables en casos de tos intensa. Rompen el “círculo vicioso” tos → irritación → más tos.

  • Antibióticos (si hay infección)
    En casos donde se detecta traqueítis bacteriana o mucosidad infectada.

  • Control del peso
    La obesidad empeora mucho los síntomas, por lo que la reducción de peso es parte del tratamiento.

  • Medidas ambientales

    • Evitar humo, perfumes, aerosoles, polvo.

    • Evitar excitación excesiva y ejercicio intenso.

    • Usar siempre arnés en lugar de collar para no comprimir la tráquea.

Este tratamiento puede ser suficiente para controlar los síntomas durante meses o años en muchos casos. 

La cirugía se recomienda cuando el tratamiento médico no es suficiente, o en perros con colapsos grado III–IV con dificultad respiratoria constante.

Existen dos enfoques principales: prótesis externas y stents intratraqueales.

STENT INTRATRAQUEAL

Es la técnica más utilizada hoy en día, especialmente para colapso torácico o de varios segmentos.

  • El stent es una malla metálica autoexpandible que se coloca dentro de la tráquea mediante endoscopia o fluoroscopia.

  • Una vez desplegado, el stent mantiene abierto el conducto y evita que la membrana dorsal se hunda.

  • El procedimiento es rápido, de recuperación más corta y útil en colapsos avanzados.

Ventajas:

  • Ideal para colapsos largos o que incluyen la porción intratorácica.

  • Mejora inmediata de la capacidad respiratoria en muchos perros.

  • Minimiza la invasión quirúrgica.

Complicaciones: son frecuentes. Predispone a infecciones respiratorias, puede generar rechazo, se puede romper y en ocasiones se debe reemplazar a lo largo de los años. 

Aun así, para perros con colapso severo, el stent suele ser la opción que ofrece mayor calidad de vida.

ANILLOS O PRÓTESIS EXTRATRAQUEALES

Estos se colocan por fuera de la tráquea para sostenerla y mantenerla abierta.

  • Usados sobre todo para colapso cervical (en la parte del cuello).

  • Se suturan alrededor de los anillos traqueales debilitados para devolverles rigidez.

  • Su ventaja es que no se colocan dentro del lumen respiratorio, por lo que no interfieren con el flujo de aire.

  • Su desventaja: no se pueden usar en la parte intratorácica (dentro del pecho).

  • Requieren anestesia y una cirugía más invasiva.

Indicados en:
Perros jóvenes o de mediana edad con colapso localizado en la zona cervical.