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HERNIA DIAFRAGMÁTICA EN GATO

Cómo detectar y tratar a tiempo esta emergencia respiratoria en gatos

¿Qué es una hernia diafragmática?

El diafragma es un músculo en forma de cúpula que separa el tórax (donde están los pulmones y el corazón) del abdomen (donde están el hígado, el estómago, los intestinos, etc.).

Cuando hay una ruptura o defecto en el diafragma, la presión negativa intratorácica favorece que los órganos abdominales pasen hacia la cavidad torácica. Esto interfiere con la respiración y puede comprimir el corazón o los pulmones. Es lo que llamamos hernia diafragmática.

 

Hay dos tipos principales:

  1. Hernia diafragmática traumática
    Es la más común en gatos. Generalmente ocurre después de un golpe fuerte, como un atropello o una caída desde una altura elevada. El impacto puede romper el diafragma y permitir que los órganos «migren» hacia el tórax.

  2. Hernia diafragmática congénita
    Es menos frecuente y está presente desde el nacimiento. En este caso, el diafragma no se forma correctamente durante el desarrollo fetal. Dentro de este grupo está la hernia peritoneo-pericárdica, donde los órganos abdominales pasan al saco que envuelve el corazón.

Síntomas más comunes

Los signos pueden variar según la gravedad y los órganos desplazados, pero los más típicos son:

  • Dificultad para respirar o respiración rápida.

  • Postura encorvada o con el cuello estirado (para intentar respirar mejor).

  • Mucosas pálidas o azuladas (por falta de oxígeno).

  • Vómitos o falta de apetito.

  • Letargo y debilidad.

  • Abdomen “vacío” o más blando de lo normal.

  • En casos crónicos: pérdida de peso o intolerancia al ejercicio.

En algunos gatos, los síntomas pueden aparecer horas o incluso días después del trauma, por eso es vital llevar el gato al veterinario después de cualquier accidente, aunque parezca “bien”.

Diagnóstico

Se puede sospechar una hernia diafragmática basándose en la historia clínica (por ejemplo, un atropello) y los signos respiratorios.

Las pruebas más utilizadas son:

  • Radiografía de tórax y abdomen: permite ver los órganos desplazados y el contorno del diafragma.

  • Ecografía: ayuda a confirmar qué órganos están herniados.

  • TAC o tomografía computada: en casos complejos, para planificar la cirugía con más precisión.

Tratamiento

La única solución definitiva suele ser quirúrgica.
El objetivo es recolocar los órganos en el abdomen y reparar el diafragma.

Antes de la cirugía, el gato debe estabilizarse: oxigenación, fluidos intravenosos y control del choque. Una anestesia segura es fundamental, ya que estos pacientes pueden tener la función respiratoria comprometida.

Después de la operación, el gato debe permanecer hospitalizado varios días con control del dolor, oxigenoterapia y vigilancia continua.

Gato de 5 meses con hernia diafragmática traumática. Se observa contenido abdominal en la cavidad torácica.

Mismo paciente después de la cirugía correctiva. Órganos recolocados a ala cavidad abdominal.

Pronóstico

El pronóstico es bueno cuando el diagnóstico y la cirugía se realizan a tiempo.
En casos crónicos o cuando hay daños en órganos vitales, el pronóstico puede ser más reservado.

Los gatos jóvenes y sin complicaciones pulmonares suelen recuperarse completamente y llevar una vida normal.

 

Consejos finales

  • Si tu gato sufre un golpe o caída, llévalo al veterinario aunque no muestre signos evidentes.

  • Evita que salga a la calle sin control, especialmente si vives cerca de carreteras.

  • La detección precoz y el tratamiento rápido marcan la diferencia.